Ellas no viajaban solas. Y si lo hubieran hecho, ¿qué?

Dos mujeres viajan juntas, son asesinadas, y el machismo retrógado inunda los medios de comunicación y las redes sociales. ¿Acaso no hemos aprendido nada? ¿No hemos evolucionado? Parece que muchos, y muchas, no. Una pena.

Dos amigas argentinas, Marina Menegazzo y María José Coni, de 21 y 22 años respectivamente, viajaban por Ecuador cuando unos asesinos que se creían con derecho sobre la vida de otros,  decidieron acabar con la vida de las viajeras. Algunos medios de comunicación e individuos en redes sociales, en vez de repugnarse por la atrocidad y la barbarie, y en vez de levantar la voz a favor de las víctimas y el derecho a la vida, a la seguridad y a la libertad, se dedicaron a hacer carnaza de las turistas.

Su mayor pecado parece que fue el de "viajar solas". ¿Viajar sola es una justificación para encontrar la muerte, para ser asesinadas? Lo dudo mucho. Ese "viajar sola" parece una frase en la que las mentes cerradas y machistas se justifican. Ninguna mujer y hombre debería ser asesinado por el mero hecho de viajar solos. Ser una mujer libre no es un delito.

Sí, estarán pensando. El mundo es un sitio peligroso y algunos lugares más que otros. No se puede negar, y por eso hay ciertas reglas de seguridad que se deben respetar. Pero esto no viene al caso ahora. Aquí hablamos en contra de las mentes precarias que justifican la causa y efecto de "mujer viajando sola = mujer asesinada o agredida". ¡Basta!

Primero, las turistas no viajaban solas, sino que como resalta la campaña de Amnistía Internacional de México, viajaban juntas. Segundo, no debería haber diferencia entre que una mujer viaje sola o en compañía de alguien, especialmente si es del género masculino. Las libertades y los derechos son los mismos para todos; incluído el derecho a caminar sin miedo. Eso no podemos ni obviarlo ni olvidarlo.

Ellas no viajaban solas. Viajaban juntas. Pero, y si lo hubieran hecho, ¿qué?

En Mujeres que Viajan  somos viajeras y somos mujeres, y por eso defendemos el derecho de toda fémina a viajar, a caminar libremente, sin miedo. Una mujer que viaja sola, sin compañía masculina,  no es una irresponsable. Una mujer que viaja sola es un espíritu valiente y tenaz. Por eso queremos que los gobiernos y la sociedad tomen medidas urgentes y eficaces contra el feminicidio.

Las mujeres que viajamos, solas o acompañadas, seguiremos haciéndolo. Sin miedo. Y con nuestro ejemplo, además de practicar nuestra propia libertad, demostraremos que los retrógrados son ellos. Que todo aquél, y aquélla, que juzga o critica a una mujer que viaja sola está alimentando la mentalidad machista de esos asesinos que acabaron con la vida de las turistas argentinas. No lo olvides, cuando se asesina o agrede a una mujer, nos están matando y agrediendo a todas las mujeres; están mermando nuestros libertades y derechos.

La seguridad no es una alternativa. Tenemos derecho a estar seguras, independientemente de que vayamos o no acompañadas. No sólo matan las armas, sino también las palabras y los silencios. No sólo han sido Marina y Maria José. Lamentablemente no están solas. Mujeres de todo el mundo sufren violencia física, psicológica o sexual en cualquier lugar del mundo. La violencia contra las mujeres se ha convertido en un problema de salud mundial de proporciones epidémica: el 35% de las mujeres sufren violencia, en la pareja o fuera de ella, en algún momento de sus vidas.

Por eso, por Marina y Maria José. Por ti, por ellas y por nosotras... Insistimos, "ellas no viajaban solas". Y si lo hubieran hecho, ¿qué?

#NiUnaMenos 
#Viajosola

IsaBel, madrileña de nacimiento y trotamundos por convicción. Mi pasión es cruzar fronteras (físicas y metafísicas), explorar, sumar experiencias y emociones. Me fascina esta pelota verde y azul en la que vivo.